Experiencia de Raquel en Trabzon, Turquía

Llevaba bastante tiempo deseando visitar Turquía ya que me habían hablado muy bien del país y me apetecía ver algo diferente a lo que estaba acostumbrada… Ya había realizado varios proyectos anteriormente, pero cada uno de ellos es totalmente diferente. El proyecto trataba el tema de las adicciones, lo cual me interesaba bastante a modo profesional, y se desarrolló en la ciudad de Trabzon. Había participantes de Turquía, Eslovaquia, Letonia y Dinamarca.

Tuvimos la oportunidad de estar más días en Turquía, por lo que decidimos visitar Estambul antes y la experiencia fue maravillosa. Una ciudad preciosa, con muchísima historia, donde además tuvimos la oportunidad de empezar a compartir momentos juntos y saber más los unos de los otros. Como dato curioso… entre aproximadamente 20 millones de habitantes (la mitad de España casi) me encontré casualmente a un chico que conocí hace unos años en Alemania jaja

Se me olvidaba comentar el viajar por primera vez con Turkish Airlines ha marcado un antes y un después en mi vida… ¡qué comodidad! Una vez que llegamos a la ciudad de Trabzon nos recogieron en el aeropuerto en unas furgonetas junto al equipo eslovaco. El viaje hasta la casa fue una auténtica locura: la furgoneta/discoteca jaja Cuando llegamos a la casa ya estaban algunos participantes y mientras esperábamos al resto estuvimos probando un montón de sabores de cachimba, lo cual fue una buena bienvenida.

Estuvimos en una casa súper grande, donde compartíamos habitaciones de 6 personas generalmente y un baño por cada habitación, teníamos muchas zonas comunes para poder pasar el rato juntos y el lugar donde se realizaban las actividades del proyecto estaba junto a la casa. Lo mejor de todo eran las vistas… ya que se veía el mar y el atardecer ahí era absolutamente precioso… Era la primera vez que realizaba un “youth Exchange”, ya que los demás proyectos habían sido “training course”, y podría decir que no aprendí como esperaba… Pero pese a eso siempre encuentras algún motivo por el que merece la pena hacerlo 😉 Todos los días empezábamos con algunos ejercicios y juegos para despertarnos un poco y eran bastante divertidos. También teníamos tiempo libre para bajar a la playa, que estaba a unos 15 minutos andando y por las noches teníamos noches culturales. Durante dos días visitamos las ciudades de Trabzon y Ordu.

En resumen, lo mejor que llevo es al equipo español y al equipo danés… Siempre nos reíamos un montón porque decíamos que eran perfectos, ¡y es que lo eran! También he de decir que la comida turca es increíble, y hemos tenido la suerte de viajar durante el periodo de Ramadán, por lo que hemos podido aprender muchísimo de la cultura.