Experiencia Anabel, Viena, 2018

Un dia te ves haciendo las maletas para viajar a Viena a un proyecto de la Union Europea sin tener muy claro ni como has llegado a ese punto, ni para que vas, ni porque tú, ni qué te vas a encontrar cuando llegues. Sin embargo aún con un poco de miedo y respeto, lo haces, coges aviones, trenes, buses, metros y llegas a tu destino.Y después de siete días, vuelves a casa y entonces comprendes todo.

Te das cuenta de que te ibas a vivir una de las mejores experiencias que puedes tener mientras viajas por Europa, que sin darte cuenta tu nivel de inglés ha mejorado notablemente, que te vuelves con bastantes amigos de diferentes países, los cuales están dispuestos a acogerte en su hogar si te apetece visitarlos o si simplemente algún día te dejas caer por sus respectivos países. Y sobretodo llegas a tu casa con una riqueza cultural y personal que ni te imaginabas antes de iniciar el viaje.
Estaba claro que pasar siete días en Viena con jóvenes de otros países, con diferente cultura, idiomas, carácter y opiniones sólo podría reportarme cosas positivas aunque de eso no fui consciente hasta que estuve allí, y comenzó todo. Buen rollo, risas, actividades, y todos empezamos a ser amigos, es curioso lo fácil que es todo cuando tienes ganas y buena actitud, todo fluye, comienzas a aprender de las diferencias culturales y a reírte de las similitudes.
Cuando pienso en Viena como ciudad hay un palabra que se repite en mi cabeza, belleza. Sin duda es una de las ciudades mas bonitas, elegantes y espectaculares de Europa y fue una suerte que el proyecto se desarrollase en la capital, pues nos permitió explorar cada rincón con calma y disfrutar cada lugar de ella, cada paso que das te obliga a mantener los ojos abiertos y la cabeza alta para admirar la majestuosidad de todos los edificios, palacios y museos.
Para mayor fortuna, la nuestra, el proyecto versaba sobre la igualdad, genero y derechos, y coincidía con la celebración del orgullo por lo que Viena se vistió de los colores del arco iris y se respiraba amor, libertad y felicidad.
En resumen, puedo decir que el proyecto fue genial, todo los monitores fueron super agradables, atentos y cercanos, se preocuparon por todos nosotros en todo momento, la planificación de los días y la organización fue muy buena, hubo momentos de trabajo tanto en grupo como individual, y otros muchos de disfrutar y relajarse.
Para acabar, me planteo dos preguntas, primero que si repetiría y no me hace falta pensarlo ni un segundo, la respuesta es sí, ya mismo. En segundo lugar pienso acerca de la posibilidad de recomendar esta experiencia  o no, y me ocurre lo mismo, la respuesta no es sí ,es corre, elige un proyecto que te interese y lánzate a por él, no te arrepentirás.