Experiencia de Verónica Reina

Youthechange Viena, del 1 al 7 de Julio de 2019

A ver, las cosas como son… yo no sabía muy bien qué esperarme de esta experiencia. No conocía a nadie que hubiera hecho ningún taller de estos y tampoco tenía referencias ni de internet ni nada. Este ha sido mi primer Youth Exchange, pero te digo que ya me he puesto a buscar para planear cuándo lo hago otra vez.

Desde que llegamos al hostal TODO, pero TODO el mundo fue muy agradable y muy amigable. Te sacaban conversación hasta donde no la había y cualquiera se apuntaba a un bombardeo. Además, todo el mundo está muy atento a las necesidades de los demás e incluso yo, que me puse mala un par de días, me tuvieron súper cuidada y se aseguraban de que tuviera lo que necesitaba.

En cuanto a las actividades, se reparten en los grupos por países y son muy entretenidas. Aprendes mucho (sobre todo a congeniártelas sobre cómo organizarlo todo en el último minuto, cambios de última hora y respuesta rápida ante imprevistos). Así que una vez pasado esto, ya te puedes comer el mundo.

Luego, lo mejor de todo es conocer a gente de tantos sitios (seis países éramos nosotros), y acaban invitándote muchos a sus casas. Como todo el mundo es tan cordial, cuando te invitan es de verdad y no como la conocida falsa modestia. Yo ya me estoy casi organizando el final del verano para ir a verlos y hacer un tour por Europa jeje. Pero no solo con los de fuera, también conoces españoles con los que no puedes dejar de reírte y hacéis memes que pasan a la historia.

El idioma es EN ABSOLUTO un problema. Yo una noche no quise salir y me quedé en el hostam. Nos quedamos una chica turca y yo, ella no hablaba ni inglés ni español y yo de turco hablo -10. ¡Pues incluso nos hicimos entender y aprendí un poco de turco! Algunos tenían el inglés un poco oxidado, pero nada de lo que cortarse, ¡AL REVÉS! Entre todos nos animábamos y no hubo nadie que no dijese nada ni aprendiera nuevas habilidades comunicativas.

Ahora sí, si hay algo que no quieras hacer o no te apetezca, en el ambiente que se respira en estos talleres, eres completamente libre de hacer aquello con lo que te sientas mejor. Si necesitas un descanso, te lo tomas; si necesitas decir algo en alto, todos te escucharán; si necesitas un abrazo, te lo darán hasta sin que lo pidas. Dan mucho valor al bienestar del participante, y aunque hay diferencia de edades, la edad en absoluto importa.

En definitiva, para líderes del futuro que quieran abrir horizontes, tener cosas que contar al volver del verano, aumentar los contactos de la agenda o desarrollarse personalmente, esta es la experiencia que tienes que vivir. Cuando la vivas, sabrás que no sabías lo que te habías estado perdiendo.

Verónica Reina