Experiencia de Pablo

Expert Up. Kolin, República Checa

La idea de hacer un training course llevaba un tiempo rondándome la cabeza desde que me explicaron en qué consistía unos meses atrás: La idea es sencilla, recibes formación sobre algún tema social de interés para la Unión Europea, convives durante unos días con personas jóvenes de distintas partes de Europa con inquietudes parecidas a las tuyas y al final recibes una certificación que puedes añadir a tu currículum. Tras finalizar mis prácticas, con muchos proyectos en mente y volviendo a sentir la nostalgia de mi año Erasmus, me decidí a vivir esta experiencia en República Checa.
Como muchos otros primerizos en este tipo de proyectos no sabía muy bien que me iba a encontrar, pero supongo que aventurarse a lo desconocido es un buen primer paso para formarse en emprendimiento social. No importa lo positivas que pudieran haber sido mis expectativas, la realidad que encontré en Kolin las superó con creces. Tanto la organización, la logística y el contenido del curso estuvieron cuidados al detalle.
Es de destacar como los miembros de la organización anfitriona y los trainers supieron crear un entorno perfecto para el aprendizaje y a la vez hacernos sentir como en casa. Esto ayudó en gran medida a que en tan solo una semana se generase un gran ambiente de confianza entre todos los participantes. Los días pasaron volando entre actividades y retos durante el día y veladas divertidas durante la noche. Aún compadezco de los huéspedes del hotel  Theresia por la noche de karaoke…
Tras unos días de vuelta a la vida normal, siento que training me ha aportado valiosas herramientas que me serán útiles para los proyectos que me planteo realizar en el futuro. Pero lo más importante, he crecido a nivel personal gracias a las personas con las que he convivido durante esta semana. Creo que una experiencia así debería estar recetada para todos los jóvenes europeos y sinceramente espero repetirla pronto.
Solo me queda agradecer a Las Niñas del Tul, a Ondra, a Viktoriia, a Lukás, a Andrea, a Vojtech y a todos mis compañeros en Kolin por una experiencia increíble.