Experiencias de Alex y Manuel, Polonia.

EXPERIENCIAS DE ALEX Y MANUEL

MANUEL:

Ya había participado en un Youth Exchange, pero esta fue mi primera vez en un Training Course. Al principio, me asustaba la idea de que fuese un curso demasiado teórico y aburrido, y resultó ser todo lo contrario. Un TC tiene toda la parte positiva de los YE, porque te permite conocer gente nueva, pero a la vez incluye conocimientos teóricos sobre un determinado tema.

La manera en la que recibimos los contenidos ha sido muy variada: exposiciones, juegos de mesa, juegos de roles, trabajo en equipo, en parejas, actividades para conocernos mejor entre nosotros… ¡No se hace duro si realmente el tema te interesa, por lo que os recomiendo que os apuntéis a TC cuyo tema os llame la atención desde el principio!

Al ser un proyecto para adultos, dispones de tiempo libre que puedes gestionar como tú quieras. Mi recomendación es que intentéis hablar con todos vuestros compañeros. Podéis aprender algo de cada uno de ellos, de sus países, de sus culturas… Y vosotros también podéis aportarles muchas cosas a ellos. Aunque haya diferencias culturales, la gente que participa en estos proyectos tiene algunos rasgos en común, y es que todos son muy proactivos y con una actitud abierta. No os preocupéis si sois tímidos, ¡al final os relacionaréis con todos sí o sí! También recomiendo que intentéis viajar dos días antes o dos días después del proyecto y aprovechéis para conocer todas las ciudades que os dé tiempo

Ahora tengo 20 nuevos amigos repartidos por Europa, la experiencia es muy emocional y la recomiendo al 100%. Vuestra forma de pensar va a cambiar totalmente, vais a crecer muchísimo personalmente y os vais a plantear cuestiones que antes ni se os habían ocurrido. Además, en cierta parte es adictivo, ¡yo ya estoy buscando nuevos proyectos en los que participar!

Manuel

Mi experiencia es Polonia fue increíble.

Durante la semana que duró el Training Course aprendí muchas cosas sobre gestión de organizaciones y cómo mejorar sus organigramas para hacerlas más inclusivas y participativas.

Los organizadores hicieron un trabajo fantástico, en ningún momento hubo un momento para aburrirse, estábamos todo el tiempo haciendo actividades y mejorando nuestras competencias.

De mi experiencia puedo afirmar que los trainings son más exigentes que los Youth Exchange, pero no por ello menos divertidos e interesantes. Siempre hay tiempo para hablar, especialmente durante la noche intercultural; fue muy enriquecedor poder probar cosas de los dos extremos de Europa, desde los dulces del Algarve portugués al chocolate estonio, pero por encima de todo lo mejor fue conocer a tanta gente diferente.

En nuestro Training Course éramos siete países distintos y aun así el sentimiento de grupo era muy bueno.

Mi última recomendación es no tener miedo a participar en estos cursos y si es en Polonia, como en nuestro caso, aprovechar para probar la gastronomía polaca especialmente los pierogis.